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| Tarjeta Navideña de Pintores con la Boca y el Pie |
Hay costumbres románticas que nunca deberíamos de perder. Enviar cartas y felicitaciones por correo tradicional. Esta mañana fui a sellar las mías a una oficina y me dice la funcionaria, no tenemos sellos de pegar, digo, no, me voy al estanco. Sí, llegaron ayer, apuntó otra funcionaria. Bien. Claro, como ya casi nadie envía cartas no nos traen sellos, comentó de nuevo la primera. Bo, con lo bonito que es abrir tu buzón y que haya alguna que no lleve el membrete de un banco. Que brille en ella una dirección escrita a mano con una letra conocida. A mí me hace más ilusión que unos zapatos nuevos, será que además de ser mujer, lo digo por los zapatos, sigo siendo una niña romántica?¡
Una carta se puede leer, releer ,doblar llevar consigo y tenerla pegada al corazón, con la letra de quien la escribe, con el pulso de las emociones de lo que pone, un mail y similares nunca tendrán esa magia, sigue romántica y mandando cartas,
ResponderEliminarHombre, alguien a quien le gustan las cartas también, es bueno no sentirse sola en las rarezas. Muchas gracias por tu comentario.
EliminarEntré en tu blog, imagino que serás amigo de Marcos. Admiro vuestro amor por el deporte!¡¡