...hace poco sucumbí al whatsapp. Me costó lo suyo, pero bueno, me salió la oportunidad de una tarifa con internet en el móvil la mitad de barata de lo que pagaba antes y dije, adelante. Fue más bien una cuestión de economía familiar. Me duró cinco días contados la euforia chat en vivo y en directo y con la lengua fuera del sofoco.
No hay nada más hermoso para un escrit@r que escribir, pausadamente, a mano y a tecla, creo. Por fortuna aún hay personas que corresponden a las cartas, a los correos, y aún existen editoriales serias que sólo admiten manuscritos por correo tradicional _y eso en países más avanzados a nivel político y social que el nuestro_.
Supongo que el secreto del éxito está ahí, en aunar avance con tradición.
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