...el día se viste de impaciencias
me invade el caballo salvaje
quiero que estés aquí a mi vera
para desnudarlas, y tú no estás,
bueno estás...
estás estás estás
No me queda otra que echar el manto de la paciencia
encima de este vientre hambriento de ti
y esperar que un día preñes mis ganas con las tuyas.
me invade el caballo salvaje
quiero que estés aquí a mi vera
para desnudarlas, y tú no estás,
bueno estás...
estás estás estás
No me queda otra que echar el manto de la paciencia
encima de este vientre hambriento de ti
y esperar que un día preñes mis ganas con las tuyas.
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