asombroso progreso

...este artículo epistolar lo publiqué en septiembre del 2000, en plaza pública, torrejón de ardoz. He querido subirlo dado su carácter atemporal.
(nota: escrito con los nombres propios en minúsculas, como casi todos mis escritos, y las palabras Vida y Madre, en mayúsculas)



Asombroso progreso:
me desnudo ante ti, y en ti,  y te confieso que uno de mis mejores hallazgos es ser consciente de la locura de desarrollo en la que buceamos y de la que a duras penas sacamos la cabeza para respirar.
 En los medios de comunicación nos vendes la casa del futuro, el perro del futuro..., hasta el hijo del futuro...   ...el desarreglo del futuro.  Disculpa que sea franca contigo.  Leí no hace mucho en uno de mis manuales de psicología: mañana no existe, cuando llegue será hoy. Y hoy tenemos hambre, niños y niñas en las cloacas de la sinrazón, campos de exterminio, etc. Celebramos días de cumbres para erradicar las guerras y las miserias, y para lucir el último traje y peinado de moda y comer y beber bien; y mientras tanto siguen pereciendo inocentes en la más absoluta desolación, continúan las actitudes represivas, todo tipo de violaciones y enajenaciones; y persistes tú de mercader.  Tremenda paradoja!¿


Me transmites escribiéndote, estás en contra mía?    No, no camino enfrentada a nada, ni a nadie, sigo la corriente doliéndome los meandros crueles con la Vida, con la Madre.


Juan ramón jiménez, sabiamente, escribió al hombre: no corras, ve despacio, que el niño de tu yo no te puede seguir. Y yo, con su venia, te digo, no corras, ve despacio, que la conciencia de tus inventores, enriquecidos, manipuladores, especuladores, y cómplices, todos, no te podemos digerir.  Seguimos una carrera material que nos esclaviza e inculca que lleguemos los primeros, sin darnos cuenta que el único viaje que vale es el interior. No importa a que lugar emigremos o inmigremos, los primeros en colarse en nuestros equipajes son los lastres.  Importa el lugar al que lleguemos en nosotros mismos, y de ahí, en el y al mundo.


Quizá es la ley del más fuerte económicamente, la que interesa. La persona que pueda  comprar no sólo un hogar del futuro, si no también un bebé del futuro, un agua pura, un oxígeno limpio...   ...pues me revelo ante ti si es ésto lo que persigues. Quiero hartar mi sed de vida con el agua que me da la fuente.  Oxigenar mis neuronas con el aire que me regalan los pinos, los robles; bañarme en un mar de confianza.  No me fabriques el mañana, deja que vaya construyéndolo peldaño a peldaño, que fluya.     No te mientas, ni me mientas tanto, sin tan siquiera preguntarme por mis anhelos, necesidades, miserias,      responsabilidades...